jueves, 3 de marzo de 2011

Noche de fiesta

Nuevo día, el sol iluminaba la ventana de Elena, invitándola a salir de casa, invitándola a recibir su amistoso saludo. Un buen día, un día cálido.
Poco a poco iba recobrando la alegría, intentaba no pensar en su amigo y si lo hacía intentaba evadir esos pensamientos, centrándose en cualquier otra cosa que captase su atención.
Hacía días que ese tal Jeremy no iba a clase , para el agrado de Elena, ese chico no le proporcionaba ningún tipo de confianza.
Las semanas transcurrieron con total normalidad, Elena iba a clase, tomaba apuntes, estudiaba, charlaba con su madre, salía con sus amigos...
Suena el teléfono.
  • ¿Si?
  • ¡Hola Elena! Soy Sofía, ¿te apetece salir esta noche?, venga va, ¡que hace mucho que no salimos a divertirnos!
  •  Está bien... La verdad es que me vendrá bien un poco de fiesta, ¿pero pronto a casa eh? Que te conozco.
  • Si, si, de verdad, entonces... ¿Quedamos a las 10 en tu casa?
  • Hecho, luego nos vemos

Le quedaban exactamente tres horas para decidir que se iba a poner, para cenar y para terminar de hacer un trabajo de Historia de la Psicología. Aprovechó tan bien esas tres horas que hasta le sobró media hora para sentarse en el sofá a leer, estaba tan concentrada en la lectura que no oyó el timbre hasta pasados unos cuantos segundos.

  • ¡Sofía!, ¡pero qué guapa!
  • Tu tampoco estás nada mal, fijo que esta noche ligas
  • Bah quita quita, esta noche es solo para nosotras, sin ningún chico de por medio, hace mucho que no nos divertimos
  • Tienes razón,¿nos vamos ya?
  • Si, tengo ganas de mover el esqueleto

Música, ruido, conversaciones ajenas que debido a su potencial de voz se convierten en cercanas, risas, bailes, una copa, otra, varios chupitos...Las cuatro de la madrugada.

  • Sofía... Creo que ya va siendo hora de volver a casa, creo que nos hemos pasado bebiendo, mira mi tono de voz, ¡parece que estoy borracha!
  • Lo estás, lo estás – Contesta Sofía riéndose a carcajada limpia -. Por cierto , ese chico de esa esquina no ha dejado de mirarte en toda la noche...
Elena se gira, intentando disimular, disimulo que resultó fallido debido a la borrachera. No puede ser, he tenido que beber demasiado... ¡Es jeremy!, y sin querer, esos pensamientos se convierten en palabras con un tono de voz alto. Jeremy se acerca.

  • Hola Elena, por lo que veo... ¿Va bien la noche, no?
  • Si, si... Me lo estoy pasando muy bien
  • ¿Quieres que te acompañe a casa?

Y en ese momento, interviene Sofía.

  • ¡Claro que quiere!, ¿Cómo no va a querer, con lo bueno que estás?, yo me voy, ¡ahí os dejo tortolitos!

Y diciendo esto se aleja sin pedir el consentimiento de Elena, que la verdad, no sabe muy bien si quería que la acompañase o no.



No hay comentarios:

Publicar un comentario