La madre de Elena empezaba a estar preocupada por su hija, en los últimos días su actitud había cambiado, se pasaba el día encerrada en su habitación, exceptuando las veces en las que iba a la universidad, que cada vez se hacían más infrecuentes. Apenas dialogaban, Elena comía rápido y se volvía a su cuarto.
Un día, Clara decidió preguntarle la causa de su actitud.
- Elena hija, hoy apenas has comido, últimamente te pasas el día entero en la habitación, tumbada en la cama. ¿Te encuentras bien?, ¿Estás enferma?.
- No mamá, simplemente estoy algo cansada, supongo que estaré baja de hierro. Un día de estos te prometo que visitaré al médico.
- Está bien hija, pero si necesitas algo, ya sabes que puedes contar conmigo, soy tu madre, te conozco mejor de lo que crees.
Elena entendía perfectamente la preocupación de su madre, pero no podía evitarlo, desde que recibió la última carta de ese chico, no dejaba de pensar en otra cosa, cada vez que lo daba más vueltas, se iba dando cuenta de que esos ojos verdes los había visto muchas veces, sentía como si la hubiese estado observando durante toda su vida, pero ¿por qué?.
Pasaron semanas, quizá meses, según pasaban los días iba perdiendo la noción del tiempo , era como si sólo la hiciera levantarse de la cama la posibilidad de que hubiese una nueva carta en el buzón.
Hasta que un día, sus deseo más anhelado se hizo realidad, cuando bajaba a la calle para ir a la universidad ya que llevaba varios días sin ir, abrió el buzón como de costumbre y se encontró una nueva carta que en el dorso tenía esa flor azul tan característica.
Querida Elena, siento haber tardado tanto en ponerme en contacto contigo, pero ya te dije que me gusta ir despacio. Aún es pronto para que sepas quien soy, pero para que veas que no me olvido de ti, te dejo un regalo...
Un abrazo
J
Y en efecto, dentro del buzón había algo más, una pequeña cajita azul, a Elena se le ocurrió que el azul tenía que ser el color favorito de ese chico, debido a su frecuente aparición. Abrió la cajita con impaciencia y en su interior se encontró una cinta para el pelo, una cinta azul. Y dentro de la cajita había también una pequeña nota.
Aquí tienes mi regalo, como puedes comprobar es una cinta para el pelo. Espero que te la pongas y que así puedas lucirla todo lo que no pudiste cuando eras pequeña.
J
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