miércoles, 17 de noviembre de 2010

A la mañana siguiente, Elena se despertó con una extraña sensación, una sensación que no podía describir con palabras , simplemente sentía la necesidad de evadirse por un instante de la realidad. Sin hacer caso a sus pensamientos , se levantó y sin apenas desayunar se fue a clase como, aparentemente un día normal.
Cuando estaba a punto de llegar a clase, un extraño personaje se la acercó, era un chico de apenas veinte años, vestido de negro y con unos ojos verdes que realzaban una mirada intensa y a la vez inquietante.
Elena se quedó bloqueada contemplando sus ojos , cuando de repente , el misterioso chico la agarró firmemente del cuello atrayéndola para sí y colocando suavemente una navaja sobre su garganta.
El chico la pidíó que le entregara todo lo que fuese de valor, pero cuando Elena, rendida , estaba a punto de darle el dinero que llevaba , sintió como la mirada del chico se clavaba profundamente en sus ojos. Durante unos instantes ambos bucearon en la mirada del otro , buscando tal vez algun tipo de respuesta.
Sin mediar palabra, el chico soltó a Elena y se marchó , dejándola aturdida, impresionada y, porqué no , algo hipnotizada.
El resto del día transcurrió de manera normal , con la excepción de que Elena no podía quitarse de la cabeza aquella extravagante mirada, y lo realmente insólito, era que no tenía miedo a que ese chico se la acercase otra vez con la intención de atracarla, sino que quería y deseaba volverle a ver. Al mismo tiempo se preguntaba una y otra vez , por qué se había ido , por qué no se había llevado el dinero , por qué se había apiadado de ella...
Un montón de preguntas sin respuesta circulaban en su mente, cuando ya no soportaba la situación , cuando creía que iba a perder la razón , llamó a su amiga Sofía para contarle lo sucedido, tal y como hacía otras veces. Tras la llamada telefónica, la cual duró una hora , Elena no se encontraba mejor ni peor, Sofía la había dicho que se olvidase de ese encuentro , de ese chico y de esa mirada, que una persona que intenta atracar a otra no merece nada y mucho menos rondar los pensamientos de la víctima.
A la hora de cenar ,Elena cenó rápido sin apenas hablar con Clara y se fue a la cama, necesitaba descansar , olvidar ese día , olvidar el fugitivo encuentro, deseando que todo fuese una pesadilla. Tras varios intentos , por fin consiguió dormirse, creyendo que todo había acabado , que todo había sido un mal día , pero la cosa no había hecho más que empezar...

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